En esta villa medieval los alicientes monumentales se entremezclan con cultura y hoteles de ensueño
Óbidos, una villa medieval, y su increíble Bom Sucesso Resort fueron los últimos tesoros que descubrí de Portugal; un país que se ha colado entre los primeros puestos de mis destinos favoritos.
Me fascina la autenticidad de Lisboa, tan tradicional como enfocada al futuro; me vuelven loca los paisajes y la cocina de Madeira y me encanta la decadencia y la belleza de Oporto, una ciudad vibrante pero que se deja descubrir sin prisas.
Aparte de las grandes ciudades, Portugal presume de pueblos pintorescos. Está Ericeira para los amantes del surf, Mafra para quienes adoran los palacios en condiciones o Tavira, la joya del Algarve oriental. Pues bien, la pintoresca villa de Óbidos hace parte de esa lista de pueblos de los que me he enamorado en el país vecino.
Descubriendo tesoros
Lo primero, hay que buscarla a 80 kilómetros de Lisboa. Cerca de las tranquilas playas de Bom Sucesso y Foz do Arelho –situadas entre la laguna de Óbidos y el Atlántico– y dentro su bien conservada muralla.
Se trata de un pueblo histórico por cuyas callejuelas, ataviadas de pórticos manuelinos y flores de todos los colores, parece haberse detenido el tiempo. Eso sí, redibujado por la gastronomía y un resort compuesto por villas de lujo y perfecto para escaparse en verano.
La monumental Puerta de la Villa, nos da la bienvenida al pueblo. De ella hay que admirar su precioso balcón barroco adornado con azulejos y dedicado a Nuestra Señora de la Piedad. Al cruzarla, nos encontramos con la calle más emblemática del pueblo, la rua Direita.
Fuera de temporada esta pintoresca calle se recorre sin prisas. Hay que ir descubriendo tesoros en forma de tiendas de auténtica artesanía portuguesa y de curiosas librerías. Está la Livraria do Mercado, la más antigua del pueblo y que comparte sitio con frutas y verduras. También la Livraria do Santiago, instalada dentro de la antigua iglesia de São Tiago, en cuya bodega se degusta vino leyendo libros.

Villa literaria
Porque Óbidos, aparte de monumental también es una villa literaria. Nombrada Ciudad Literaria 2015 e inscrita en la red de Ciudades Creativas de la Unesco, ostenta el mayor hotel literario del mundo. The Literary Man posee más de 100 mil ejemplares de clásicos portugueses, novela negra, literatura infantil o poesía universal; además de un restaurante, Book & Cook, que honra las tradiciones culinarias de la región.
Tradiciones en las que prima el pescado de la laguna de Óbidos, servido en forma de una apetitosa caldereta. También de chupitos de la tradicional ginjinha, un licor de aroma intenso elaborado con cerezas morello (ginja) cultivadas en la región.

‘Rockstars de la arquitectura’
Así como a Óbidos, una villa medieval, se viene por su conjunto monumental –de hecho su castillo es una de las 7 maravillas de Portugal–, y por sus encantos culturales; a este pueblo también se viene por sus hoteles.
Los amantes de la historia tendrán la fortuna de pasar la noche en el interior del castillo. Desde 1951 se instaló en él la Pousada do Castelo de Óbidos. Con una terraza con vistas sobre todo el pueblo y con tres suites apostadas en los torreones, para vivir una experiencia más burguesa, si cabe.
Para quienes busquen algo menos tradicional y alejado del ajetreo turístico del pueblo, deberán dirigirse hacia Bom Sucesso Resort. Un alojamiento que desafía lo convencional y que, visto desde el cielo, parece un bosque hecho por el hombre.

En él, 23 arquitectos de talla mundial se encargaron de dar forma a 601 villas enmarcadas en una especie de oasis de tranquilidad; las cuales se venden o se alquilan con un mínimo de tres noches de estancia.
Todas las casas se fusionan con el espectacular entorno a través de jardines en sus tejados o ‘fronteras vegetales’ que hacen las veces de muros de separación. Yo tuve la fortuna de dormir en una ideada por la arquitecta portuguesa Inês Lobo.
Alojarse en Bom Sucesso Resort implica tener privacidad y confort; cada villa posee su propia piscina y hasta puedes pedir que te preparen una cena privada en tu propia cocina. Además tendrás acceso un campo de golf diseñado por Donald Steel, un fabuloso spa con tratamientos irresistibles y a un restaurante con delicias locales e ingredientes de km 0.

El complejo está situado a medio camino de la villa de Óbidos y las inmaculadas playas de Bom Sucesso y Rey Cortiço; la primera con arenales tanto de cara al Atlántico como a la preciosa laguna de Óbidos.
Así que, además de los alicientes ya mencionados , los paseos en barco o las sesiones de deportes náuticos también están consideradas en una escapada a esta zona portuguesa. Óbidos, una villa medieval preciosa, pintoresca e inmaculada.
Dan ganas de viajar ya a ese lugar que descubres Maravilloso no quedarnos siempre en las ciudades mas populares y turisticas . Gracias
Que buena descripción. Me parecía estar en una de las villas de el hotel probando y desgustando un calderete con un buen vino. Gracias!
Pauli, la idea es que os transporteís allí; me alegra que así haya sido para ti.
Un saludo.
Que bueno artículo, su descripción Incita a visitar esta Interesante ciudad y disfrutar su gastronomía y hoteles.
Gracias Mauricio. Espero que sigas inspirándote con mis relatos.
Un saludo.