Por su historia, sus festivales o su naturaleza despampanante, esta vibrante urbe ya debería estar en tu lista de próximos destinos. Así es viajar a Debrecen
A pesar de ser la segunda ciudad más importante de Hungría, Debrecen ha sido opacada por la majestuosidad de Budapest, logrando mantenerse como una especie de diamante en bruto, en lo que a turismo se refiere. Aún así, viajar a Debrecen está cada vez más de moda.
La que fuera centro del movimiento de la Reforma Protestante de Hungría, hay que descubrirla desde dentro hacia fuera. Es decir, empezar por su corazón e ir abriéndose camino hacia sus paisajes más alejados.

Empezaremos por su casco histórico y sus preciosas plazas en las que la naturaleza y las fuentes juegan un importante papel. Hasta toparnos con el cercano balneario de Hajdúszoboszló y con el inmenso Parque Nacional de Hortobágy.
Paseo por el centro
La primera parada de este viaje a Debrecen deberá ser la Plaza Mayor o plaza Kossuth presidida por la imponente Nagytemplom (Gran Iglesia Reformada). Esta joya arquitectónica es el mayor santuario protestante del país, en él Lajos Kossuth leyó el Manifiesto de Independencia en 1849.
Aunque en su precioso interior guarda un órgano de más de 200 años de antigüedad, es su terraza panorámica –situada entre las dos torres–, la que se roba el protagonismo.

En la plaza también destaca la Fuente del Milenio, coronada con una preciosa estatua de un ave fénix que simboliza el renacimiento de una ciudad, devastada en la Edad Media por numerosos incendios y fuertemente bombardeada en la II Guerra Mundial.
Deambular por el Mercado de las flores en busca de lirios, geranios y rosas. Alegrar el paladar con las delicias más típicas en el Mercado Central. Tomar una copa en alguna terraza del Hal köz, una plaza coronada con una espectacular fuente son otras cosas para no perderse en su casco histórico.
Ruta cultural
Detrás de la Gran Iglesia, custodiando la plaza Kálvin, se abre ante nosotros el popular Colegio Reformado de Debrecen. En su museo puede descubrirse la rica historia de la ciudad, pero es su imponente biblioteca, de pilares color turquesa y considerada una de las más bellas del mundo, la que es de visita obligada.

Los locos del arte tienen dos grandes citas. La primera es en el Museo Déri, uno de los más importantes del país. En él descansa el mayor tesoro artístico de la ciudad: la trilogía monumental de pinturas de Mihály Munkácsy sobre la Pasión de Cristo. La segunda es en el Centro de Arte Moderno y Contemporáneo MODEM, que ha llegado a albergar obras de Picasso, Van Gogh y Monet.
Cualquier ruta cultural deberá incluir alguna parada gourmet. Los más sibaritas elegirán el restaurante Ikon, un taller gastronómico en el que priman los ingredientes de granjas y productores locales.
Para probar la famosa salchicha doble de Debrecen hay que plantarse en Maszek, un bistró de lo más auténtico. El postre, en la pastelería Kismandula, a tiro de piedra del parque Ady, para volvernos locos con su tarta de miel.

Además de historia, arte y buena cocina, viajar a Debrecen incluye un universo natural envidiable. A solo diez minutos en tranvía desde el centro de la ciudad se encuentra el Parque Municipal Nagyerdei (Gran Bosque), rodeado de árboles centenarios y con un estanque llamado Lago de Ranas (Békás-tó).
También hay que dejarse caer por la Torre del Agua, subir hasta su balcón panorámico, y admirar su iluminación nocturna desde su animada terraza.
Por los alrededores
Habiendo recorrido la ciudad, hay que plantarse en la región de Hajdúszoboszló, donde podremos descubrir por qué el agua termal local se considera una medicina milagrosa.

Allí se encuentra el mayor balneario y spa de Europa, en el que hay que dejarse mimar en sus baños medicinales. El agua es reconocida por ofrecer un tratamiento altamente eficaz en los trastornos musculo-esqueléticos.
Hajdúszoboszló también alberga un parque acuático con nueve gigantescos toboganes y la piscina artificial más grande de Europa Central. Aquí, la diversión está asegurada.
A unos 40 kilómetros de Debrecen se encuentra el impresionante Parque Nacional Hortobágy, conocido por ser la pradera más extensa de Europa. Declarado Patrimonio de la Humanidad, esta inmensa llanura (puszta) de 80.000 hectáreas, es un paraíso natural único; aquí entenderás mejor el significado del silencio.

Plagado de caballos salvajes y de bueyes grises húngaros, la llanura también es hogar de hábiles jinetes que hasta hace algunos años hacían labores de pastoreo. Su destreza ecuestre se hace evidente en demostraciones como la puszta five. En ella el jinete, de pie sobre dos caballos, conduce por la llanura y a toda velocidad a otros tres ejemplares.
Viajar a Debrecen es encontrarse con arte, historia, gastronomía, naturaleza, diversión en una misma ciudad. Una escapada a la segunda ciudad de Hungría, es lo que necesitamos para el 2021 más viajero. Más información en: Debrecen turismo.
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